Las nuevas fórmulas de empleo han cambiado los periodos de desconexión. Ahora los profesionales deben gestionar su tiempo para resolver asuntos laborales en cualquier momento, también en verano.
Cada vez más profesionales convierten la playa, la cafetería del hotel o la terraza de su apartamento en su oficina durante el verano. Las vacaciones entendidas como un periodo de desconexión absoluta ya son cosa del pasado. Ahora, lo más común es irse de trabacaciones, es decir, combinar los momentos de descanso con la resolución de asuntos de trabajo más o menos urgentes. Las nuevas fórmulas de empleo han cambiado las relaciones de las empresas con sus empleados y proponen métodos más flexibles para que cada uno gestione su propio tiempo. No obstante, hay que superar una serie de retos para que este sistema tenga un impacto positivo en las empresas y en los profesionales.
Las compañías han de crear políticas que premien los resultados más que el presentismo
Según explica Jorge Cagigas, socio de Epicteles, este fenómeno se debe a que los modelos de trabajo han cambiado. «Antes, las actividades requerían un alto esfuerzo físico, y los profesionales precisaban largas etapas para recuperarse. Los empleos de ahora implican un desgaste más intelectual y no es necesario estar un mes de vacaciones para cargar las pilas. En este tipo de trabajos muchas veces es mejor contar con periodos de descanso breves, pero que sean más frecuentes. También existe esta posibilidad de combinar el trabajo con las vacaciones. Son fórmulas más flexibles, que además permiten al profesional estar al día de lo que sucede en su empresa».
Modelos
La opción de las trabacaciones es más común entre los trabajadores independientes que operan por proyectos. Sin embargo, la digitalización ha hecho que algunas empresas empiecen a recurrir a estos modelos casi sin darse cuenta. Ahora comunicarse y trabajar en remoto no implica grandes complicaciones. Para Ceferí Soler, profesor del departamento de dirección de personas y organización en Esade, la clave está en no burocratizar este tipo de iniciativas: «Los clientes quieren conocer la opinión de la compañía, independientemente del día que sea. Hoy, el espíritu de servicio de los profesionales es crucial».
Los profesionales deben ser expertos más maduros y ser capaces de liderarse a sí mismos
Sin embargo, esto implica varios desafíos en las organizaciones, ya que se corre el riesgo de ocasionar una sobresaturación laboral al exigir a sus empleados una disponibilidad absoluta. José Manuel Casado, socio de 2.C Consulting, indica que se pueden imitar las prácticas innovadoras del modelo anglosajón. El caso más sonado es el de Virgin. Richard Branson, CEO de este conglomerado, recomienda a sus empleados que tomen vacaciones cuando ellos quieran y durante el tiempo que estimen oportuno. Otra iniciativa destacada es la de Boston Consulting Group que concede a sus empleados ocho semanas para que reflexionen. «Dar la posibilidad a los profesionales de manejar sus agendas de forma autónoma es atractivo, a la vez que motivador. Eso sí, estas fórmulas tienen que ser aceptadas por ambas partes, el empleado y la empresa. Además el workation (trabajo durante el tiempo libre) debe estar remunerado», detalla Casado. Acabar con el presentismo, implantar modelos en los que importen más los resultados e impulsar las habilidades de gestión del tiempo son los retos que debe afrontar la empresa.
Por su parte, los profesionales tienen la responsabilidad de convertirse en expertos más maduros. «Es necesario autoliderarse, hay que ser más efectivos y organizados. También es esencial establecer nuevos hábitos y saber decir no en el momento de descanso», comenta Eva Collado, consultora de gestión estratégica en innovación, transformación y digitalización de personas y organizaciones.
Aún queda mucho camino por recorrer. No obstante, la tendencia es positiva. Si la empresa implanta bien estas fórmulas, incrementará la productividad y la satisfacción de sus empleados. Mientras, los profesionales «aumentarán su autoestima y compromiso con la compañía», asegura Collado.
El valor de ofrecer horarios flexibles
En un entorno en el que cada vez más se exige una disponibilidad de 24 horas, los profesionales comienzan a valorar en mayor medida la posibilidad de contar con tiempo libre extra. A la hora de elegir un empleo, algunos se fijan más en las oportunidades de conciliación o de disfrutar de un horario flexible. De hecho, estos aspectos son muchas veces más motivadores que un buen sueldo o que un ascenso. Algunas organizaciones son conscientes de que ofrecer tiempo libre es un atractivo para captar a nuevos profesionales. Por ejemplo, Adobe System concede un año sabático a los empleados que permanecen un lustro en la compañía. Otro caso es el de LinkedIn, que ha lanzado ‘InDays’. Es un programa con el que otorga días libres para que los profesionales dediquen una jornada a algo diferente que no tenga que ver con su trabajo diario. El objetivo es que los profesionales cuiden su vida personal y así sean más productivos en la empresa.
¿Se atrevería a dar un parón en su carrera?
Formarse, trabajar y jubilarse. Ése es el ciclo tradicional de la vida laboral de un profesional. Sin embargo, el concepto de ‘careercation’ propone otro modelo de carrera. Consiste en tomar vacaciones para realizar un retiro puntual. No se trata de dejar de trabajar absolutamente. La idea es utilizar ese tiempo para realizar contactos y para que cada uno amplíe las perspectivas de su sector. Detrás de este parón debe haber una estrategia para luego poder retomar la carrera profesional.