He puesto en el título, mi conclusión, por ello en este pequeño escrito me dedicaré a explicarlo de una forma que intentaré sea accesible para el público en general. Poner como título mi conclusión lo hago con el fin de ahorro de ese bien tan escaso para todos que es el tiempo.
Conceptos.
Que es el REIB, el Régimen Especial de las Islas Balears: una reivindicación histórica/realidad anunciada que pretende compensar los costes de insularidad de nuestro territorio. La reivindicación en el ámbito empresarial se podría resumir de forma simple: querer competir con nuestros productos o tener unos aprovisionamientos en las mismas condiciones que si estuviéramos en tierra firme. No se desea ser más o menos que otro competidor, pero se quiere entrar a jugar en las mismas condiciones. Bajo el paraguas del REIB se han aprobado y anunciado diferentes líneas de ayudas, bonificaciones y compensaciones, más o menos acertadas, siguiendo el principio enunciado de ahorro de tiempo no entraré ni a enumerar ni a valorar.
QUÉ ES EL ‘MINIMIS’. es una serie de normas, que afectan a todos los países miembros la Unión Europea (UE), que pretenden proteger posibles distorsiones en el mercado fruto de las ayudas que puedan otorgar los Gobiernos. No debemos olvidar que la UE se originó y es un mercado, el Mercado Único. Pero estas limitaciones son iguales a todos los territorios de la UE.
El caso.
La insularidad, incluso la doble insularidad, es una realidad geográfica que distorsiona las condiciones competencia en igualdad de nuestras empresas insulares en relación con las empresas que se encuentran en el continente. La insularidad es una realidad ajena a las decisiones sobre las que pueden actuar las empresas. Bueno existe una decisión que pueden tornar las empresas, pero convendremos que no es deseada para nuestra sociedad, que es la deslocalización.
Cuando se crean unas ayudas, compensaciones… cualquier acción por parte del Gobierno, encaminada a intentar compensar la desigualdad de la insularidad de nuestras empresas, pero son sometidas a los mismos límites, minimis, que las que se encuentran en el continente. Esto ha sido así, y parece que así serán las nuevas medidas incluidas en los Presupuestos Generales, y producen los siguientes efectos:
-. Obligación de elegir entre las diferentes ayudas. Acceder a ayudas que compensen la realidad insular (mi cuenta de resultados actual), me obligan a renunciar a acceder a otras ayudas, por ejemplo, de inversión o innovación (mi cuenta de resultados futura).
-. Al verse limitado por el mismo techo que las empresas en tierra firme, no compenso. Compensar significa tener acceso a algo que el resto no tiene para compensarme de un perjuicio de partida que los otros no padecen… Luego la compensación debería fijarse no en una cifra, sino en una cantidad real, sin una limitación previa. Y así confluir al mercado en igualdad de condiciones.
-. Esta obligada elección, de forma acumulada en el tiempo, nos lleva a la pérdida de competitividad sectorial en términos relativos con nuestros competidores. No es la decisión de un año, es la acumulación de años, en que poco a poco, muchas veces muy centrados en nuestros resultados actuales, nos decantamos, insisto dirigidos por las propias reglas impuestas, por compensar nuestra cuenta de resultados actual… Y perdemos, porque se nos limita nuestro futuro.
-. Distorsión del sector productivo, desviando inversiones a sectores que no se ven afectados por la insularidad, no por que la producción o la industria no sea competitiva, sino porque la abocan a no serlo. Consiguiendo una sobreponderación artificial de los sectores menos afectados, creo que a todos nos sonará la terciarización excesiva de nuestra economía en detrimento del sector primario o industrial.
En fin, que la distorsión puede ser mayor que la que se pretendía compensar.
El corolario es el título de este escrito: REIB con minimis es igual a no REIB, y añadiría, es lo que había y lo que han anunciado, es decir no tenemos Régimen Especial de Balears.
Para que el Régimen Especial de Balears sea algo más que unos titulares en momentos determinados del tiempo, que quieran abordar en serio la compensación de la insularidad, debe ir acompañado de un minimis insular superior al vigente en el continente. Y digo insular, porque no todas las islas tenemos la misma realidad de costes.