La liberación desde Bruselas de los primeros 9.000 millones obliga a impulsar, con transparencia pero sin pausa, un proceso de ejecución de proyectos
que apenas ha avanzado en la primera mitad del año
La liberación desde Bruselas de los primeros 9.000 millones obliga a impulsar, con transparencia pero sin pausa, un proceso de ejecución de proyectos
que apenas ha avanzado en la primera mitad del año