Desescalada: las marcas se caen poco a poco del pedestal a ojos del consumidor Entre los consumidores decae el ánimo de exigir un fuerte compromiso social a las marcas. Este valor ha caído en las últimas semanas del 49% al 45%.

A medida que avanza la desescalada y se hacen más laxas las restricciones impuestas en su día por el coronavirus cambian también gradualmente las demandas que el consumidor formula a las marcas, que son ahora en términos generales menos exigentes que hace unas semanas. Así se desprende al menos de un reciente estudio llevado a cabo en Alemania por Mediaplus.

Si a principios de abril el 62% de los consumidores coincidía en señalar que las marcas grandes y conocidas deberían agasajar con ofertas de naturaleza local a sus clientes, la proporción es actualmente de apenas el 57%.

Entre los consumidores decae asimismo el ánimo de exigir un fuerte compromiso social a las marcas. Este valor ha caído en las últimas semanas del 49% al 45%

Y en esta misma línea a día de hoy solo el 37% de los consumidores reclama a las marca más y mejores servicios deslocalizados y huérfanos de una localización en particular para ser ofertados. Hace unas semanas este porcentaje se disparaba hasta el 41%.

En las últimas semanas se observa asimismo un declive en la confianza que el consumidor tiene a bien depositar en las marcas. A principios de abril el 36% de los consumidor decía confiar más en las marcas sólidas y tradicionales en tiempos de crisis. Ahora esta proporción se derrumba hasta el 32%.

En la actualidad apenas el 31% de los consumidores se apoya en las marcas como vehículo para generar más confianza y cercanía. Hace seis semanas la proporción era sustancialmente más elevada y se disparaba hasta el 36%.

Aun así, y aunque el consumidor ha rebajado en la últimas semanas las exigencias planteadas a las marcas, tampoco las ha exonerado completamente de ellas. No en vano, el 61% de los consumidores cree que las marcas deberían responder más adecuadamente a las necesidades del consumidor.

Por otra parte, el precio (74%) y la calidad (82%) siguen siendo muy relevantes a ojos del consumidor, si bien ambos valores han mermado respectivamente un punto porcentual con respecto a hace unas semanas.

Ávido de reencontrarse con la normalidadel consumidor no se muestra tan presto como antes a la hora de arrojarse en los brazos de la publicidad emparentada temáticamente con el coronavirus. El apoyo a este tipo de publicidad ha caído del 19% al 12% en la última semana.

Con la relajación de las restricciones el apego del consumidor a la red de redes para adquirir productos de primera necesidad tiende también a desplomarse. Y la inmensa mayoría de los consumidores se decanta por las tiendas físicas de toda la vida para comprar alimentos, dulces, cerveza y refrescos.

El avance de la desescalada es también inversamente proporcional al consumo de medios por parte del consumidor (que es bastante menos intenso que antes). Así y todo, el consumo de entretenimiento a través de la televisión, de servicios de vídeo en streaming y de gaming se mantiene aún en cotas elevadas.