Los sistemas de pensiones tienen dos problemas en Europa. La inversión de la pirámide poblacional junto con la jubilación del baby boom hace que por un lado las pensiones estén en riesgo y por otro que los trabajadores y empresas tengan que soportar cotizaciones muy altas.
La crisis es tan grande que incluso si los trabajadores y empresas pagan unos impuestos muy abultados (afectando gravemente a la competitividad de Europa en el mundo) las pensiones podrían no estar garantizadas.
Cada país está tomando medidas para combatir estos dos problemas. España, por ejemplo, ha decidido ignorar estos riesgos y aumenta las cotizaciones desdeñando que tocar únicamente los ingresos es insuficiente.
Alemania, por otro lado, ha realizado reformas que limitan el gasto pero ahora lanza una para contener los ingresos. Y es una reforma que acerca el modelo a uno de capitalización y no solo de reparto.
El fondo de los 200.000 millones
Lo que ha presentado Alemania este mes es la creación de un nuevo fondo, el «Capital Generacional» que irá dotándose poco a poco de transferencias públicas para llegar a los 200.000 millones de euros en la mitad de los 2030. Este fondo estará invertido en los mercados internacionales por parte de una fundación pública independiente de nueva creación.
El objetivo es que en 2036 los dividendos de este fondo alcancen los 10.000 millones de euros al año, dividendos que irán directos al sistema de pensiones para así rebajar la presión sobre las cotizaciones.
Es una estructura parecida a lo que hace Noruega con su fondo soberano, solo que en este caso no hay unas reservas de hidrocarburos que explotar para así poder financiar las pensiones.
El futuro del sistema de pensiones alemán
Lo cierto es que este es un primer paso para que el sistema de pensiones pase de un sistema de reparto (donde las cotizaciones de hoy pagan las pensiones de hoy) a uno de capitalización (donde las cotizaciones de hoy pagan las pensiones del mañana). La creación de un gran fondo, dotado además con dinero, es de momento un complemento, pero en el futuro podría ir más allá.
De hecho el Financial Times asegura que algunos funcionarios del Ministerio de Trabajo esperan que este sea un primer paso para que los individuos puedan tener cuentas individuales con las que invertir en los mercados de capitales para su jubilación.
En un futuro quizá algo lejano las cotizaciones podrían acumularse en cuentas individuales, con un cierto complemento de reparto. Esto haría el sistema más sostenible en el largo plazo.
España debería seguir el mismo camino. Ya tenemos el Fondo de Reserva que después de agotarse se vuelve a llenar (a pesar del déficit) pero debería invertirse en los mercados de capitales para obtener un dividendo anual, no invertirlo únicamente en deuda pública española como se hizo en la década de los 2000 y agotarlo a la primera de cambio.
Escrito por: Alejandro Nieto González